Intentaré enviar todos los días al final de la etapa la ubicación a donde llegue, una foto para que podáis seguirme, y algún comentario corto. Me hace mucha ilusión y me motiva que sepáis por donde voy. Además debo dejar constancia de que voy cumpliendo el reto que me he propuesto. Gracias al trabajo y amabilidad de José Juan Murat podréis ir viendo el desarrollo de la Ruta. Gracias.
Si yo estuviera al corriente de los adverbios, y de los verbos, de esos verbos arrogantes, si supiera lo que es un adjetivo, o donde se coloca un sustantivo, te haría un poema azul y perfumado.
Intentaré enviar todos los días al final de la etapa la ubicación a donde llegue, una foto para que podáis seguirme, y algún comentario corto. Me hace mucha ilusión y me motiva que sepáis por donde voy. Además debo dejar constancia de que voy cumpliendo el reto que me he propuesto.
ResponderEliminarGracias al trabajo y amabilidad de José Juan Murat podréis ir viendo el desarrollo de la Ruta. Gracias.
Recuedo desde el primero hasta el último de los besos que me has dado.
ResponderEliminarQue bien suena tu nombre. Tu nombre acaricia.
ResponderEliminarYa no quiero saber más de lo que se, no quiero más flores que la rosa, ni más amores que el tuyo.
ResponderEliminarCuando la madrugada esté a punto de llegar, y asome entre el cielo y el mar.
ResponderEliminar- Te amaré en la arena.
Si yo estuviera al corriente de los adverbios, y de los verbos, de esos verbos arrogantes, si supiera lo que es un adjetivo, o donde se coloca un sustantivo, te haría un poema azul y perfumado.
ResponderEliminarDios nunca hizo poesía.
ResponderEliminar- No es por amar, ni apostasía.
Simplemente: no sabía.
-Si te quedas.
ResponderEliminar-Vete poniendo la mesa, por favor.
A qué no me haces un maillot con los bolillos. Creo que en el sur hará calor amor.
ResponderEliminar!Que pena sentir lo que siento,
ResponderEliminary no poder decírselo
ni a ti
ni al viento!
Recuerdo cuando iba la luna,
ResponderEliminardesde la noche hasta tu boca,
y como el suave cielo brillaba en tu piel.
Recuerdo como la luna blanca
ResponderEliminarte hizo reina de los jazmines,
y sirena de la orilla del mar
y de las olas y la espuma.
Que me perdonen los astrónomos, pero no tiene ni idea. El sol gira al rededor de ti.
ResponderEliminarPregunta por mí al silencio.
ResponderEliminarPerdona por no tener diamantes para darte ni colores ni estrellas...
ResponderEliminarEntre la niebla oí el tumor de tu voz que bajaba hasta la orilla del silencio.
ResponderEliminarTu nombre es mi único verso, y mi salvoconducto a las estrellas.
ResponderEliminar...y el sol se hizo horizonte.
ResponderEliminar...y el cielo se apoderó de todos los rojos del mundo.
...y me pasé toda la noche mirando la línea que viene del mar.
!Esperándote!